Tauste y Ramón J. Sender

por | Dic 6, 2019 | Humanidades, Personajes taustanos

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 Tauste y Ramón José Sender Garcés

¿Como era el Tauste que Sender recreó en sus escritos, el Tauste que ha quedado inmortalizado como parte de sus recuerdos de infancia?

Ana Longás Pola

Aunque la estancia de Ramón J. Sender en Tauste fue corta, el hecho de que el escritor haga referencia a nuestro pueblo en varias de sus obras y la manera emocionalmente nostálgica  con que nos transmite sus experiencias, nos crea un lazo afectivo con el autor y con los personajes que recrea, hasta el punto de hacernos sentir que tanto  autor, como personajes y lugares  forman un conjunto, una foto fija de un Tauste que fue, al menos,  en la imaginación del autor.  Este conjunto se incorpora de forma inevitable a nuestra memoria colectiva y pasa a añadirse al  patrimonio cultural común. Así la obra se convierte en testimonio de una época y en mirada retrospectiva  desde un punto de vista realmente excepcional.

Puede que muchas personas desconozcan la relación que Sender mantuvo con nuestro pueblo. Los más viejos seguro que la conocen, los más jóvenes es posible que la ignoren. Reflexionando sobre este hecho, la asociación Cultural “El Patiaz” se propuso la tarea de continuar acercando su figura y su obra, tratando de ser un acicate para aquellos que la desconocen, y buscando favorecer el que se asomen curiosos a la lectura de sus libros. Por eso la relación del autor con Tauste es un interesante pretexto del cual partir.

¿Como era el Tauste que Sender recreó en sus escritos, el Tauste que ha quedado inmortalizado como parte de sus recuerdos de infancia?.  La pluma del escritor nos guíará y serán sus  sugerentes textos los que nos hablen y nos conduzcan en este recorrido, rememorando los lugares que alimentaron su fantasía y su imaginación.

 

La plaza de Tauste zona de Los Altos. Hacia 1920. Archivo f
Archivo fotográfico de Ángel Betoré
la plaza de tauste 02

El 3 de febrero de 1901 nace en Chalamera de Cinca (Huesca)  Ramón José Antonio Blas Sender Garcés. Era el segundo de los hijos del matrimonio entre José Sender Chavanel y de la maestra Andrea  Garcés Laspalas.  En el año 1903 la familia trasladó su domicilio a Alcolea de Cinca, de donde eran oriundos don José y doña. Andrea. En 1911,  la familia Sender Garcés, compuesta por el matrimonio, siete hijos y el abuelo paterno se traslada a vivir a Tauste. D. José Sender iba a ejercer como secretario municipal. Durante estos años Ramón José estudia por libre y se examina en el Instituto General y Técnico de Zaragoza de los dos primeros cursos de bachillerato. El capellán del convento de Santa Ana, mosén Joaquín Aguilar, oficia de maestro y tutor personal del joven Sender. También en Tauste conoció a Valentina Ventura, la hija del notario de la villa. Este y otros aspectos pasarán, convenientemente novelados, a “Crónica del alba”.

Antes de iniciar este recorrido,  conviene prevenir al lector de que no espere encontrar en  los textos de Sender una correspondencia exacta con la realidad.   Baste para ilustrar esta opinión una cita de José C. Mainer  “…solamente un tonto pedirá a la literatura verdades contables y se atreverá a reclamar al escritor fieles traslados de su autobiografía. Sender pertenece al grupo de narradores que hablan de sí mismos de modo permanente pero en la medida en que se construyen, se inventan a sí mismos…”.

LAS CASAS QUE HABITARON LOS SENDER

En el corto periodo en que los Sender vivieron en Tauste (fueron tres años escasos de estancia), lo cierto es que lo hicieron en tres casas diferentes, de las cuales ninguna existe tal y como se conocían entonces, y también desconocemos el orden cronológico en que se habitaron: 

1  PRIMERA VIVIENDA: situada en la  que hoy es número 12 de la calle Germán.
2 SEGUNDA VIVIENDA: ubicada en C/ Obispo Supervía, hoy son varias casas independientes que llevan los números 4, 6 y 8, pero, si miramos con detenimiento la fachada podremos observar que en su día fue un solo caserón de considerables proporciones.
3 TERCERA VIVIENDA: emplazada al final de la calle que actualmente lleva hoy el nombre del escritor. Esta zona era, en su día, la parte trasera de uno de los llamados “altos” de la plaza – que se observan frontalmente en la fotografía que acompaña este texto-.
Desde su tejado,  podía divisarse la casa de Valentina y el entorno del monasterio de las hermanas clarisas.

CASA DONDE VIVIÓ VALENTINA

 Valentina  y su familia vivieron en una casa, hoy desaparecida, ubicada en el punto de confluencia de las calles San Bartolomé y Ayerbe. En dicho espacio se alza ahora un precioso caserón recientemente edificado. Su propietaria actual explica que en el viejo edificio había un torreón en la parte más alta de la casa con vistas a los cuatro frentes desde los  que Valentina pudo, muy bien, comunicarse con Sender. Como vemos  Valentina vivió, pues, en la  zona más antigua del pueblo,  en Barrio Nuevo.

CONVENTO DE SAN JORGE E IGLESIA
Monasterio de San Jorge. Dibujo de Vicente Oms de finales d

El convento de las monjas clarisas y su iglesia aparecen numerosas veces mencionados en el relato, aunque en muchos momentos Sender mezcló el recuerdo de estos edificios con el de la torre de la Parroquia de Santa María.

CASA DE MOSEN JOAQUÍN AGUILAR

Hasta hace pocos años en la pequeña plazoleta que da acceso a la puerta principal del convento de las hermanas clarisas, se emplazaba una vivienda, habitada siempre por alguno de los sacerdotes destinados al pueblo, generalmente por el encargado de  realizar los oficios en la iglesia de las monjas, nombre con el que la iglesia es conocido popularmente.  En la última remodelación se anuló este edificio y se amplio la plazoleta ajardinada que precede la fachada principal del monasterio.

EL CONVENTO DE SAN CRISTOBAL

En uno de los peñascos que dominan la entrada a Tauste por su lado norte,  y contiguo a las ermitas de San Antoñico y El Sepulcro, se encontraban situadas las ruinas del Convento de San Cristobal, edificio que fue fundado hacia finales del siglo XVI, habitado por monjes de la orden franciscana y que se desamortizó en el siglo XIX. Las ruinas del Convento de San Cristóbal han despertado la imaginación de generaciones de niños y jóvenes, y ha sido origen de fábulas que alimentaban la fantasía infantil de muchos de nosotros: todos hemos oído los rumores sobre la existencia de escaleras que conducían a pasadizos y salas subterráneas fabulosas y extrañas.

Sender  no fue ajeno a este hechizo, que le sirvió para crear un relato de corte fantástico “Schumann y Eolo” publicado en “Mi revista” (Madrid, 1920) y reproducido posteriormente por José D. Dueñas, , aunque solo en la descripción general de las ruinas nos recuerda al que fue en la realidad, y no así en la definición de aspectos históricos y artísticos que no se corresponden apenas con este  edificio.

  LAS CUEVAS

Un recuerdo vívido y muy impactante para Sender en su infancia debieron de ser las cuevas habitadas por personas de baja extracción social.  En Tauste- en la subida hacia el convento de San Cristóbal y en la “Peña de las neverías” –  y también en Alcolea de Cinca- se pueden hallar cuevas “habitables” y habitadas en la actualidad.

EL SANTUARIO DE LA VIRGEN DE SANCHO ABARCA

Las descripciones sobre el santuario de Sancho Abarca las encontramos en “Monte Odina” y en “Crónica del alba”. En ambas referencias habla  del castillo del  rey Sancho Garcés Abarca. Probablemente se valió del recuerdo de la ubicación de este Santuario para fabular con la existencia de un castillo  en una mezcla de ficción y realidad.
En “Crónica del alba” asistimos al viaje de la familia de Pepe Garcés. En esta descripción habla de la existencia de un primer castillo, habitable, donde residirá su familia durante este tiempo. Algunos aspectos generales de la misma concuerdan bien con la estructura general del Santuario que conocemos: la muralla, la gran plaza central, el escalón descendente acentuado, el amplio paisaje contemplado desde su altura… Por lo demás la recreación del castillo con su torre del homenaje, su plaza de armas, sus corrales y caballerizas, su ermita románica, es una fabulación del escritor sin correspondencia alguna con la realidad.

Romeria al Santuario. Finales del siglo XIX. Archivo deAngel Betore
obispo de huesca mariano supervía en el santuario 01


En “Monte Odina” vuelve a referirse al mismo castillo y al nombre de la Virgen de Sancho Abarca.
Además  en “Crónica del alba” incluye un segundo castillo que, según él,  se encontraba  a dos horas de camino a pie del primero. Se podría bien corresponder con una  edificación existente en el “Pico el Fraile” en donde se pueden hallar vestigios de piedras sillares. En cualquier caso,  la orografía caprichosa de estos montes mueve a imaginar y nuestro escritor fabula con la idea de que ambos castillos se comunicaban por un largo subterráneo lleno de bifurcaciones donde él, su padre y un guarda rural encontrarán innumerables sepulturas, esqueletos, pergaminos, recipientes con monedas…

OTRAS REFERENCIAS: ASPECTOS FOLCLÓRICOS,  RELIGIOSOS y FESTIVOS.  ANECDOTARIO


GIGANTES DE TAUSTE

Sender hace referencia en varias ocasiones, a nuestros viejos, entrañables y bellos gigantes, que por feliz iniciativa de nuestro Ayuntamiento se restauraron hace unos años. Dichos gigantes, con cuerpo de mimbre, representan a Alfonso XII y a Mª Cristina de Habsburgo, conocidos antiguamente de forma popular como “el Perico” y “la Perica”.  En uno de estos párrafos habla de la existencia de varias parejas de gigantes, pero este dato es con toda probabilidad una invención de Sender puesto que las fotografías de principios de siglo nos muestran como única a la pareja  mencionada.

los gigantes de tauste
gigantes de tauste 03

EL DANCE

Posiblemente Sender recuerda el dance de Tauste cuando habla de torres humanas en un párrafo de Monte Odina. De forma errónea  asocia este baile a la vecina población de Ejea de los Caballeros. A pesar de que a Sender no le quedara el claro recuerdo de la existencia del dance de Tauste, ni de la diversidad de bailes que lo componen, al referirse a las torres humanas hemos de sospechar que alguna vez tuvo la oportunidad de contemplarlo, y que esas imágenes quedaron firmemente grabadas en su retina. Los textos seleccionados nos muestran con gran precisión y detalle cómo se montan las torres humanas, las vestimentas de los danzantes y los gestos del rabadán.

danzantes de tauste 02
danzantes de tauste 01

LA SEMANA SANTA

Uno de los aspectos que mas recordaba Sender de la Semana Santa de Tauste fue una melodía que solía tocarse ante el monumento que en dichas festividades religiosas se levantaba en la Parroquia de Santa María, pues cuando realizó indicaciones para el rodaje de la película de “Réquiem por un campesino español”  entre ellas se incluía que una de las escenas debería de ir acompañada por esta marcha fúnebre interpretada por campesinos. También se grabó en nuestra villa una “mazurca” que en los años cuarenta se tocaba  en la rondalla local, y a partir de esta grabación, con los consiguientes arreglos del famoso compositor García Abril, se realizó parte de la banda sonora de la película.  Otra petición de Sender para la película era la de incorporar el sonido de la “matraca” de Semana Santa, y se trasladó la de la Parroquia de Tauste hasta Chodes, pueblo en que se rodaron parte de los exteriores de la película.
Sender nos cuenta el momento de la Semana Santa en que se desarrollaba la interpretación musical de esta pieza y el escenario completo donde se inscribía. De los relatos sorprende de manera especial su recuerdo de que los instrumentos utilizados para tal fin fueran dos flautas de caña.  No podemos asegurar que en aquellos años no fuera así,  si bien, con posterioridad, se ha interpretado con diversos instrumentos (violines, clarinetes, bandurrias acompañados con caja).

semana santa tauste guardia romana
semana santa tauste judios cambio de guardia

icono audioMás ilustrativa es la descripción que Sender nos hace de estos acontecimientos en “Réquiem por un campesino español”. Aunque en este libro no hay referencia explícita a Tauste, podemos intuir que se basó en las escenas que aquí vio cuando de niño acompañaba al cura como monaguillo.

En el magnífico trabajo de Bajén y Gros  “Archivo de tradición oral de la comarca de las Cinco Villas”  editado por DZ en 1994, se describe también  este momento haciendo referencia a que los instrumentos utilizados eran dos violines y caja, aunque también comentan que se hayan empleado en ocasiones otros conjuntos instrumentales, como dos bandurrias o dos clarinetes, siempre con tambor o caja a ritmo de marcha lenta .

La matraca de la Semana Santa también aparece en “Réquiem…”, con una espléndida descripción de este artilugio musical que en Tauste se utilizó hasta los años 70.

En esta misma obra aparecen los penitentes encadenados de la Semana Santa que ha sido una costumbre que se ha mantenido hasta hace pocos años en nuestra localidad.


LAS VAQUILLAS

 Sobre las fiestas de Tauste narra escenas habituales que se producían en las vaquillas, festejo popular muy concurrido en aquellos años en la inmensa plaza principal del pueblo habilitada como plaza de toros.

vacas de alejandro longas
vacas en tauste 03

  

EL TREN

En la  época en que vivió Sender en Tauste aún no se había inaugurado la línea de ferrocarril Sádaba-Gallur.  que atravesaba la comarca de las Cinco Villas.  El tren se pondría en marcha partir de 1915. Sender hace eferencia a las obras de construcción de esta línea férrea.

 

 LONGÁS POLA, Ana C. “Un paseo novelado por el Tauste de Ramón J. Sender”. Boletin Informativo 11-12 de la Asociación Cultural “El Patiaz”. Año 2005

 

enrique gale
El profesor de Literatura, Enrique Galé desvela las claves de la estancia del escritor Ramón J. Sender en Tauste. Canal en YouTube de “Huellas de Aragón TV”
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