Jornadas 2013-2

por | Feb 12, 2013 | Noticias

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Finalizaron las XIV Jornadas sobre la Historia de Tauste

Con gran brillantez y afluencia de público se dieron por finalizadas un año más las Jornadas sobre la Historia de Tauste, que se consolidan como uno de los eventos culturales de prestigio en la Comarca de las Cinco Villas

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Día 15 viernes

Jesús Lorenzo Jiménez

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Hoy viernes, día 15, ha tenido lugar la última conferencia de estas XIV Jornadas sobre la Historia de Tauste. Bajo el título de “EL VALLE DEL EBRO: FRONTERA DEL ISLAM, ISLAM DE FRONTERA”, D. Jesús Lorenzo Jiménez, arqueólogo y doctor en Historia por la Universidad del País Vasco, ha ido desgranando de manera apasionante el proceso de islamización de estas tierras y sus gentes en los siglos VIII y IX, así como su evolución durante los dos siglos siguientes de dominio musulmán.

A lo largo de este periodo, la frontera del Ebro, que llegaba hasta los Pirineos, constituyó el límite septentrional del Islam en Europa, el territorio donde dos concepciones diferentes del mundo se miraban cara a cara. Como tal, el Tzagr (frontera) es territorio de contacto y, por tanto permeable.

Pero sucede con frecuencia que es precisamente en los lugares periféricos donde las tendencias conservadoras se hacen más patentes. Por esta razón, la frontera del Ebro presenta un altísimo grado de arabización e islamización que se percibe en diferentes manifestaciones, tanto desde el registro escrito como desde el registro material. Es el Islam de frontera.

El proceso de arabización se va extendiendo por herencia paterna, a la vez que se adopta la lengua árabe, pero, en este caso, se produce esencialmente por un fenómeno de adopción (WALA), según el cual, señores hispano-romanos rinden pleitesía ante los nuevos dominantes árabes y son adoptados por éstos, pasando a formar parte de su misma tribu, lo que les permite mantener su estatus e incluso ampliarlo.

Es el caso de los Banu Qasi, familia muladí de gran influencia en esta zona del valle medio del Ebro y con una estrecha relación con la dinastía Omeya, gobernante de Alandalús.

Destaca la falta de correspondencia entre las noticias que aporta la historiografía y la realidad de la población en aquella época, ya que, contrastando los contenidos de aquélla con los hallazgos arqueológicos, se observa que quedan numerosas bolsas de población ignoradas simplemente porque en ellas no se recoge ningún hecho significativo, como si no hubieran existido. Algo parecido sucede con la toponimia árabe, fundamental para el conocimiento y localización de estas poblaciones, pero que no ha dado hasta ahora los resultados deseables por falta de estudio.

En cuanto a otras formas evidentes de registro material de las poblaciones de esta época, cabe encontrarlas, por un lado, a través de los regadíos, con las precauciones oportunas en el momento de llegar a conclusiones sobre los mismos (no siempre es atribuible su creación a la época islámica, por cuanto, en ocasiones, también puede tratarse de infraestructuras reutilizadas de la época romana). Por otro lado, el otro registro importante lo da la arquitectura religiosa (mezquitas y alminares), que se identifica a través de sus características constructivas..

En definitiva, un recorrido apasionante a lo largo de aquellos siglos en los que la población autóctona de estas tierras adoptó una nueva cultura que supuso una evolución trascendental en su forma de vida y en la de los siglos venideros..

J.C.M.

Día 14 jueves

José Ignacio Royo Guillén

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José Ignacio Royo con Mª Aragüés que presentó el acto. El ponente una vez terminada la conferencia con miembros de la Asociación.

La cuarta conferencia de estas XIV Jornadas sobre la Historia de Tauste fue impartida por D. José Ignacio Royo Guillén, licenciado en Historia por la Universidad de Zaragoza y arqueólogo del Departamento de Cultura de la D.G.A.

Bajo el título de “Sociedad y cultura material desde la Edad del Bronce hasta el final de la Iª Edad del Hierro en Tauste y comarca en el contexto del valle medio del Ebro: el proceso histórico a través de la arqueología”, nos ha explicado los importantes cambios producidos en el patrón de asentamiento de los pueblos indígenas de esta zona, así como en su cultura y en sus manifestaciones sociales, rituales y artísticas, todo ello a partir de la llegada de la metalurgia a estas tierras al final del Neolítico.

La implantación y posterior evolución de dichos cambios dio lugar a una serie de yacimientos que, aunque todavía poco conocidos y peor valorados, jalonan las riberas del río Ebro y de sus afluentes. Conjuntos como “La Balsa la Tamariz” de Tauste, relacionados con otros menos conocidos o incluso inéditos, nos permiten conocer a través de sus datos materiales, como vivían, morían o expresaban sus manifestaciones gráficas los pobladores prehistóricos del valle medio del Ebro entre el Calcolítico y el Bronce Final.

A partir de la llegada de la cultura de los Campos de Urnas al Ebro Medio, vemos cómo la evolución propia del poblamiento autóctono de la Edad del Bronce, así como la llegada de la metalurgia del hierro, la cerámica acanalada, el ritual funerario de la incineración o el nuevo urbanismo, provocan una auténtica eclosión de poblados que permiten la explotación sistemática y exhaustiva de los recursos naturales de la zona, hasta que se produce el colapso de dicha cultura a mediados del primer milenio a. C.

El desarrollo de la Iª Edad del Hierro marca definitivamente el contexto social, económico y material de los pueblos protohistóricos del Ebro, desembocando, a partir de este momento, en el nacimiento y posterior desarrollo de los pueblos ibéricos y celtibéricos.

La ponencia incluye datos tan relevantes como la existencia de un paisaje boscoso y húmedo donde ahora resulta un entorno árido (ejemplo de la Balsa de la Tamariz) y diversos yacimientos en el término de Tauste, como los de la Paridera de Cobollo y Tres Montes.

Pero las nota más impactante la aporta con la noticia de que en el conocido yacimiento de Valdetaus ya existía una población en la Iª Edad del Hierro y, sobre todo, que en el propio Tauste había también hacia el siglo VI a.C. un poblamiento importante, como se deduce de los restos encontrados en lugares tan distantes, dentro del casco urbano, como los entornos de las iglesias de Santa María y San Antón.

De las condiciones orográficas del casco antiguo de Tauste deduce la posible configuración de la ciudad que aquí pudo haber en aquella época tan remota, defendida por el escarpe natural en todo su perímetro, salvo en el lado sureste (actual calle Germán, plaza España y calle San Francisco), donde parece detectarse un foso artificial de defensa ante los posibles atacantes que llegaran por ese lado.

En resumen, una charla de gran aportación para el conocimiento de nuestro pasado más remoto y que, sin duda alguna, nos ayuda a tomar conciencia del mismo.

J.C.M.

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El Patiaz vivió anoche una de las conferencias más amplias de la mano del arqueólogo Don José Ignacio Royo Guillén. Su título ya nos prometía una intensidad y amplitud inusual: “Sociedad y cultura material desde la Edad del Bronce hasta el final de la Iª Edad del Hierro en Tauste y en el valle medio del Ebro”. Su autor es uno de los mejores conocedores de la arqueología aragonesa, conocimiento que vive con pasión y que así supo transmitir a la audiencia que se concentró en la Casa de Cultura.


Cobre, bronce, hierro, metalurgia. Sílex, lascas, cerámicas,…  Vasos campaniformes, campos de urnas, túmulos,… Tras una contextualización de tan amplio espacio de tiempo, el ponente nos introdujo en los vericuetos y características de cada período con extensos ejemplos en nuestro entorno. Y eso es lo que le llevó a dar unas pinceladas de los yacimientos taustanos correspondientes a esos movimientos.

Los de la Balsa de Tamariz (que él mismo estudió y publicó en su día en la revista Suessetania), Tres Montes y la Gabardilla pertenecientes al Calcolítico y al Bronce , con abundantes materiales de superficie tanto líticos como cerámicos y metálicos, que no han llegado a nuestro tiempo por las características de su entorno, donde ya aparecen las primeras estructuras urbanas con casas de plantas cuadrangular o el curioso caso de el de la Balsa de Tamariz, excavado en su totalidad, donde apareció la base de una cabaña con una especie de entarimado de madera.


Tras el colapso económico y demográfico del final del Bronce aparece la nueva cultura del Hierro con sus característicos “campos de urnas” que en nuestra zona son más bien de “túmulos” y dentro del cual habría que inscribir dos yacimientos importantes en nuestra villa como son el de Val de Taus y el que, según importantes indicios, ocuparía lo que es la parte más antigua del núcleo urbano. Ambos necesitan un profundo estudio que hasta el momento no se ha realizado y que permanecen ocultos hasta que alguien se pueda abrirlos a nuestros ojos.


Un extenso período de tiempo del cual poco se ha investigado en Tauste. Nuestras raíces se hunden en la noche de los tiempos y se necesitarán abundantes esfuerzos para sacarlas a la luz.

J.N.A.

Día 13 miercoles

Elena Piedrafita Pérez

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“Aviando el puchero.  ¿Qué se comía en las Cinco Villas en la Edad Media?” es el título de la conferencia que la doctora en Historia, Doña Elena Piedrafita, ha impartido en el marco de las XIV Jornadas de Historia de Tauste organizadas por la Asociación Cultural “El Patiaz”.

Ha comenado indicando que la alimentación en la Edad Media estaba muy limitada a un entorno muy natural y que vino basada en dos tradiciones: la germánica y la mediterránea. Los germanos, como clase dominante, hacen valer sus costumbres gastronómicas sustentadas en los frutos de los bosques centroeuropeos (castañas, avellanas,…) y de los animales que los habitan (caza, vacuno,…) en tanto que la tradición gastronómica mediterránea se basaba en los cereales (pan), el vino, las verduras y las hortalizas.

Al igual que en todas las culturas, acaban imponiéndose los gustos de la clase dominante, de la nobleza germánica, de grandes comilonas abundantes en grasas y productos animales que la iglesia, heredera de la tradición romana, trata de moderar imponiendo limitaciones mediante ayunos y abstinencias.

A estas tradiciones se unen con posterioridad las importantes aportaciones de los musulmanes con alimentos agrícolas procedentes de la huerta y de los pueblos de la montaña aragonesa, escasos en recursos alimentarios. El resultado dio una base de productos limitados que, en las clases populares, se reducen al trío cereal, huerta y viña.

A partir de ahí la doctora Piedrafita ha hecho un repaso del menú diario de las distintas clases sociales, deteniéndose en el de aquellas que están más documentadas: la nobleza y el clero. Los testimonios sobre la alimentación de las clases populares son muy escasas y apenas dan para un estudio pormenorizado.

En definitiva, una conferencia atractiva que se ha visto rematada por la viva participación de los asistentes que han confirmado cómo esa situación gastronómica se vio prolongada hasta casi nuestros días que, con la salvedad de los productos traídos de América, siguió con las mismas costumbres alimentarias; una conferencia provechosa que, como la conferenciante remató, ayudó a alimentar un poco más nuestro conocimiento aunque fuera a base de “engañar al cuerpo”.

J.N.A.

Día 12 martes

Joaquín Cebamanos Conde

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En la segunda noche de las XIV Jornadas sobre la Historia de Tauste tocó   turno a la ponencia titulada  “Aportación al conocimiento de las fiestas patronales de la villa de Tauste”,  presentada por su autor, Joaquín Cebamanos Conde, quién se ha convertido en un gran conocedor del folclore y de las tradiciones musicales y festivas locales, teniendo en su haber varios trabajos relacionados con estas disciplinas, destacando de forma particularmente notable su conocimiento del Dance local.

Basándose en documentación inédita o poco conocida,  Joaquín trazó un recorrido cronológico por el paisaje festivo tradicional taustano, entendiendo nuestras fiestas como la manifestación más genuina de nuestra particular idiosincrasia local.

En su exposición partió de la tesis de que el carácter eminentemente religioso de las fiestas locales taustanas, parece hundir sus raíces en el proceso de recristianización del territorio desarrollado en pueblos muy islamizados o de frontera en tiempos de la conquista cristiana del territorio a los árabes, y de manera muy notable en los siglos XVI con la aplicación de la contrarreforma, produciéndose en ese siglo la aparición de la imagen de la Virgen de Sancho Abarca, aunque, curiosamente, no sería hasta la primera mitad del siglo XVIII cuando, con la publicación del libro del padre Basilio Iturri del Roncal, se da a conocer, se populariza, se verifica y se asienta este hecho.

A partir de ahí, el apoyo de entidades de importante peso económico como la Casa de Ganaderos o la creación de la confraternidad de esclavos de la Virgen, contribuyen a dar  proyección necesaria que culmina con lo que se puede considerar como año inicial de las fiestas locales del mes de abril en el año 1776, cuando se concede al pueblo “la facultad para rezar el 21 de abril a la Virgen de Sancho Abarca”.

Según el ponente sus investigaciones le han llevado a deducir que es 1806 el año en que este ritual se institucionaliza definitivamente  con la solicitud del Ayuntamiento al capítulo taustano para que la festividad de la Virgen se Sancho Abarca sea fiesta de riguroso precepto en la villa de Tauste y en toda España.  Asimismo confirmó ante el público como el dance, que se bailaba inicialmente en la festividad de San Miguel,  se trasladará a la fiesta de la Virgen en el momento en que esta vaya adquiriendo mayor relevancia.

Según el autor de la ponencia, desde 1888 las lecturas de los sucesivos programas de fiestas que se conservan hacen referencia a la permanencia de una estructura similar desde la segunda mitad del siglo XIX, con la existencia de un ritual festivo religioso que se desarrolla de manera central a lo largo de los tres primeros días de las fiestas locales y en los que se  incorporan e incardinan  los diversos estamentos organizativos del pueblo  (La cofradía de la Confraternidad de esclavos de la Virgen de Sancho Abarca, la iglesia, el ayuntamiento y los poderes económicos locales) a lo largo de las diferentes épocas.

Este ritual festivo religioso que incorpora actos como la salve, las misas, la procesión el rosario de cristal, el dance, se vio únicamente alterada durante los años de la República en que fueron prohibidas las manifestaciones públicas religiosas dejando de salir la procesión y el Rosario de Cristal, manteniéndose intactos el resto de los actos religiosos. 

En el año 1935 se recuperó la estructura habitual de la celebración festiva, incorporando nuevamente la procesión y el rosario de cristal. Durante los años posteriores a la guerra civil, se produjo una exaltación de todo lo relacionado con el fervor religioso como forma de adoctrinamiento político, social y exaltación del régimen. Todos los años hasta 1975 el día 22 de abril se celebraba una misa por los difuntos “caídos por Dios y por España”.

Por último el autor hace referencia al año 1969 que marcará un nuevo  hito en el acontecer festivo local con la coronación de la Virgen de Sancho Abarca que incorporó  la institución de las fiestas patronales del mes de septiembre.

En definitiva, una muy interesante propuesta la de Joaquín, que nos permite reflexionar sobre como se produjo la construcción de unos ritos festivos sobre un sustrato ideológico de carácter fundamentalmente religioso, y de cómo,  ese carácter mantiene aún plena vigencia, a pesar de la laicización de las costumbres en la sociedad española en los últimos 35 años

A.L.P.

Día 11 lunes.

Nombramiento del socio de honor a Miguel Salas.
Conferencia de Raquel Cuartero Arina

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La primera noche de las XIV Jornadas sobre la historia de Tauste ha compaginado hoy el homenaje a los esfuerzos de un pionero con la prometedora investigación de una joven historiadora.

En primer lugar, como viene siendo habitual en el acto de inauguración de las Jornadas, la presidenta de El Patiaz, doña Teresa Ansó, y el alcalde de Tauste, don Miguel Ángel Francés, han concedido el título de Socio de Honor de la Asociación, mención que ha recaído este año en don Miguel Salas Lagranja en homenaje a toda una vida de interés y preocupación por nuestra historia y nuestro patrimonio.

A continuación, la profesora Raquel Cuartero ha impartido su charla titulada “Moral y transgresión en Tauste y su entorno durante la Edad Moderna”, en torno a los esquemas mentales y administrativos de represión social ligados, sobre todo, a las rígidas normas de moral sexual consolidadas tras el Concilio de Trento.

A través de sus investigaciones y de casos concretos analizados por ella, hemos podido ir descubriendo una historia local aunque cotidiana poco conocida, en la que el Tribunal de la Inquisición de Zaragoza, el Tribunal Diocesano o el Padre de Huérfanos, perseguían de forma sistemática una serie de comportamientos ilícitos entre los vecinos de Tauste y de su comarca. Al mismo tiempo, castigaban estas actuaciones imponiendo sentencias muy variadas, que iban desde los azotes y el destierro hasta la pena de muerte.

Especial relevancia ha tenido en la charla toda una serie de referencias directas al triste papel al que se tenía condenada a la mujer: prostitutas, mancebas, bígamas, brujas e incluso asesinas. Represión sexual y transgresión femenina, un lamentable retazo histórico de un tiempo pasado que, sin duda, no fue mejor.

E.G.C.