Congreso Científico Internacional en Vitoria

por | Nov 1, 2014 | Necrópolis islámica

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La población islámica medieval de Tauste, al descubierto

La Asociación Cultural “El Patiaz” presentó los resultados de la investigación en el coloquio “Demografía, paleopatología y desigualdad social” de Vitoria

Poster cientifico congreso Vitoria

La población islámica que habitaba en Tauste en época medieval presentaba una alta incidencia de enfermedades dentales y procesos de artrosis en adultos mayores de 30 años, además de marcadores de estrés óseo que señalan hacia una división por género de las actividades ocupacionales.

Así se desprende del análisis antropológico realizado sobre los 44 enterramientos exhumados hasta la fecha en la necrópolis musulmana de Tauste.

La Asociación Cultural “El Patiaz” de Tauste (Zaragoza), promotora de la investigación de la necrópolis islámica, presentó por primera vez su proyecto en un foro científico internacional el pasado 6 de noviembre, mediante su participación en el Coloquio Internacional “Demografía, paleopatología y desigualdad social”, organizado por la Universidad del País Vasco- EHU.

Los investigadores del congreso

La antropóloga Miriam Pina, principal responsable del análisis antropológico de los restos, presentó durante el encuentro un póster científico elaborado junto al director de las excavaciones, el arqueólogo Francisco Javier Gutiérrez, en el que se describen los hallazgos paleopatológicos encontrados a lo largo de las cuatro campañas de excavación llevadas a cabo en la localidad zaragozana desde el año 2010.

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En las fotografías, en el medio, D. Francisco Etxeberria, antropólogo forense, profesor titular de Medicina legal en la Universidad del País Vasco y subdirector del Instituto Vasco de Criminología, y D. Luis Caro Dobón, catedrático de la Universidad de León en el Área de Antropología Física, con la presidenta del Patiaz, Mª Teresa Ansó, la antropóloga Míriam Pina, Jaime Carbonel y Francisco Castillo, también de la Asociación Cultural “El Patiaz”.

Ambos expertos, con los que ya se había establecido comunicación anteriormente a raíz de las excavaciones de la necrópolis, charlaron animadamente con la delegación taustana y se mostraron interesados en los resultados obtenidos. A la derecha, presentación del póster científico de la Asociación Cultural “El Patiaz” por la antropóloga Míriam Pina, responsable de las investigaciones.

El documento

Bajo el título “Paleopatología y marcadores de estrés en la población islámica medieval de Tauste (Zaragoza)”, el documento explica las enfermedades que desarrollaron los individuos a través de las huellas de patologías que han quedado plasmadas en sus huesos. Asimismo, la investigación describe otros vestigios presentes en los restos denominados marcadores de estrés, consistentes en cambios en la morfología ósea a raíz de la realización habitual y reiterada de actividades ocupacionales.

La determinación de estos marcadores permite generar hipótesis sobre los modos de vida, organización social, económica y del trabajo de los antiguos pobladores de Tauste. Un ejemplo de estos marcadores es la combinación de la robustez y una huella de la inserción de determinados ligamentos y músculos en los huesos.

Dependiendo de la ubicación de estos signos, se puede deducir un mayor desarrollo en cierta musculatura y asociarla a un tipo determinado de actividad que requiere una utilización reiterada de ese músculo.

Patologías más comunes

Existen dos procesos destacados, con una presencia superior al 70 por ciento, en los restos analizados: enfermedades orales y artrosis ósea. En el caso de las patologías dentales, los individuos presentaban manifestaciones como caries, acumulación de sarro, cálculos, abscesos y retroceso alveolar.

Destaca también la presencia de pérdida de dientes en vida, con posterior reabsorción del alveolo. Estas patologías estarían claramente relacionadas con el modo de vida de la época, con una insuficiente higiene dental asociada al continuo desgaste de las piezas no solo por la masticación sino por un uso ocasional de los dientes como herramientas.

El segundo de los procesos destacados es la artrosis ósea, que aparece en todos los individuos a partir de los 30 años. Estos signos se localizan fundamentalmente en la columna vertebral, donde abunda la presencia de osteofitos (neoformaciones óseas benignas) en vértebras lumbares. También aparece artrosis en la articulación de la cadera y la manos, aunque éstas ya en adultos maduros. Todos estos signos aparecen asociados a marcadores de fuerte y continuada actividad física.

Además, se han localizado dos patologías individuales de gran interés. Por un lado, una fractura de tibia y peroné consolidada en un varón de 35 a 45 años. Se aprecia cómo el callo ha producido un acortamiento en el hueso, por lo que el individuo sufriría una cojera que se ha visto reflejada en la columna vertebral, donde se observa un claro desgaste lumbar.

Pero, sin duda, el hallazgo paleopatológico más significativo en la necrópolis de Tauste ha sido una trepanación en un varón de 45 años. Trepanación realizada por barrenado, posiblemente con fines quirúrgicos, a la que el individuo sobrevivió, como demuestra la regeneración cortical y los bordes biselados del agujero.

Marcadores de estrés óseo

El otro gran objeto de estudio en la población islámica de Tauste han sido los marcadores de estrés óseo para determinar las actividades ocupacionales.

Encontramos miembros más robustos en individuos varones, con marcadas entesopatías en brazos y manos: aparecen hipertrofias de falanges, asociadas a la acción de asir herramientas, así como marcadas inserciones de músculos como bíceps, tríceps, supinador y pronador.

Estos marcadores indican actividad de flexión y extensión del codo, elevación de mano y antebrazo y protección de la articulación ante la carga de objetos pesados.

En cuanto al miembro inferior, destacan marcadores en fémur, rótula y tibias, asociados a la extensión, abducción y rotación de la pierna, al igual que facetas asociadas al acuclillamiento y a frecuentes caminatas.

Los resultados indican una clara diferenciación por sexos de la actividad: existe mayor frecuencia de desarrollo en el miembro superior en varones frente a mujeres. La mayor incidencia se registra en actividades supinadoras del antebrazo. Además, también existe un registro destacado (casi la mitad, un 46,6 por ciento) con marcada actividad del cuádriceps, y en menor medida de facetas de acuclillamiento.

Por su parte, el sexo femenino presenta una alta concentración de marcadores entesopáticos en falanges (presente en un 40 por ciento de los individuos analizados), lo que indicaría una reiterada actividad de flexión manual.

Esto nos lleva a pensar que existiría división del trabajo por sexos. Las mujeres apenas presentan factores de desplazamiento, por lo que caminarían menos que los hombres y el suyo sería un trabajo fundamentalmente manual.

Por su parte, los varones tendrían mayor carga laboral en lo que a la actividad física se refiere, habrían de realizar abundantes marchas y cargar con pesos, además de llevar a cabo fuertes y prolongados movimientos de extensión y flexión de los brazos.

Una de las claves para definir las actividades ocupacionales de la población sería conocer su sistema de alimentación, para lo que actualmente se encuentra en fase de realización un estudio de paleodieta. A través de su dieta, se podría deducir qué tipo de actividad realizaban para la obtención de recursos alimentarios – agricultura, ganadería- y asociarla a los marcadores de estrés estudiados, con el fin de poder establecer las bases de su organización del trabajo.

El estudio de paleodieta proporcionará además importante información nutricional, ya que se ha detectado la presencia de bandas hipoplásicas en el esmalte dental de varios individuos, asociada a un desequilibrio en el desarrollo biológico, tal vez por carencia de factores nutritivos suficientes.

La conferencia

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Un momento del debate. A la izquierda, como presidenta de la mesa, Lourdes Herrasti (Sociedad de Ciencias Aranzadi). Junto a ella, Armando González Martín (Universidad Autónoma de Madrid); Nick Passalacqua (JPAC Central Identification Laboratory, Hawái, EE UU); Olalla López Costas (University of Reading, England) y Luis Caro Dobón (Universidad de León).

En la siguiente la antropóloga Míriam Pina con la Doctora Michelle Alexander, de la Universidad de York (Reino Unido), que se mostró interesada por los estudios de paleodieta, ya que sus investigaciones se desarrollan en esa dirección. También se le hizo entrega de un dossier con el proyecto por si esta Universidad tuviese interés en iniciar algún tipo de estudio de la necrópolis taustana.

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Mª Teresa Ansó conversando con la antropóloga María Paz de Miguel Ibáñez que realizó las investigaciones de la necrópolis islámica de la Plaza del Castillo de Pamplona y que también se interesó por las excavaciones en Tauste.

A continuación el arqueólogo  y  doctor  en  Historia  por  la  Universidad  del País Vasco D. Jesús Lorenzo, ponente de las Jornadas sobre la Historia de Tauste en 2013, con el cual la Asociación mantiene una comunicación cordial y fluida no quiso perderse la ocasión y  nos acompaño durante la jornada.

Necrópolis Islamica de Tauste

La Asociación Cultural “El Patiaz” de Tauste, en su trabajo de promoción e investigación del patrimonio histórico y cultural, puso en marcha en 2010 el proyecto arqueológico que ha cambiado toda la concepción histórica sobre la presencia musulmana en la localidad, considerada hasta ahora meramente anecdótica.

El descubrimiento de una necrópolis islámica- con una superficie estimada de en torno a 2 hectáreas- viene a demostrar la existencia de una población estable y asentada en este lugar. El arqueólogo Francisco Javier Gutiérrez, director de las excavaciones, estima una capacidad mínima de unos 4.500 enterramientos en esta necrópolis, que además presenta al menos dos niveles, lo que revela que era extensa en superficie y en periodo de ocupación.

Desde 2010, se han realizado cuatro campañas arqueológicas – financiadas por la Asociación Cultural “El Patiaz”- en las que se han recuperado restos de 44 esqueletos, posteriormente sometidos a un análisis antropológico básico.

Dentro del proyecto de investigación del cementerio islámico de Tauste, actualmente se está realizando un estudio de paleodieta y se planean en el futuro estudios de ADN y nuevas dataciones por C-14 para complementar las existentes, que sitúan la necrópolis entre los siglos VIII y XI, convirtiéndola en la fecha absoluta más antigua de España documentada hasta ahora, junto con la de Pamplona.

Para ampliar información, añadimos los siguientes números de contacto:

FRANCISCO GUTIÉRREZ (Arqueólogo): 690901119

MIRIAM PINA (Prensa y antropóloga): 636827926

 

Saber más sobre la necrópolis islamica

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