Los sotos del Ebro

por | Mar 13, 2014 | Entorno Natural | 0 Comentarios

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Los sotos del Ebro

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La vegetación que se desarrolla es las orillas es la del soto o bosque de ribera mediterráneo, que consta de una serie de comunidades vegetales que se distribuyen en función de la disponibilidad de agua a lo largo del año y del tipo de sustrato. Estos bosques son caducifolios, de crecimiento rápido y exuberantes, evolucionan rápidamente en el tiempo y el espacio y, cuanto más maduros son, mayor número de especies alberga. Si estos bosques no se transitan, enseguida se hacen impenetrables.

La zona más próxima al cauce y en aguas remansadas crece vegetación palustre, comunidades de praderas y carrizales.
El asentamiento de éstas especies favorece el desarrollo de varios tipo de chopos (Populus nigra y alba), sauces (Salix alba), olmos (Ulmus minor), tamarices (Tamarix gallica) y fresnos (Fraxinus angustifolia), formándose un bosque de ribera maduro, con un denso sotobosque y una gran variedad de especies florísticas asociadas. Cabe destacar arbustos como la rosa silvestre (Rosa canina), Majuelo (Crataegus monogyna), zarzamora (Rubus ulmifolius), Hiedra (Hedera hélix), cañas (Arundo donax), aneas (Typha angustifolia) y herbáceas como malvas (Malva nicaeensis), diente de león (Taraxacum officinale), pepinillo del diablo (Ecballium elaterium) y ortigas (Urtica dioica).

Ésta variedad vegetal determina una importante riqueza faunística, ya que sirve de refugio y alimento para la fauna silvestre, tanto migratoria como residente.

Existe una gran variedad de invertebrados, tanto terrestres como acuáticos. Entre ellos los más fáciles de ver son las lombrices de agua y algunos crustáceos como diminutas gambas (krill) y cangrejos, caracoles y caracolas (radix, planorbis..), moluscos bivalvos de agua dulce (náyades), la pulga de agua y una gran cantidad de insectos, en zonas de agua remansada o con poca corriente y poca profundidad.

Las náyades autóctonas del Ebro son 4: Unio (Unio mancus), Potomida (Potomida lottoralis), Margaritona (Margaritifera auricularia) y Anodonta (Anodonta anatina). Todas ellas están en regresión, especialmente la Margaritona. Su nicho ecológico  está siendo ocupado por especies invasoras, como el mejillón cebra (Dreissena polymorpha) y la almeja asiática (Corbicula fluminea).

aguila pescadoraEl cangrejo ibérico (Austrapota mobius pallipes) también está en riesgo de desaparecer frente al invasor cangrejo de río americano (Procamburus clarkii). La comunidad piscícola también está sufriendo cambios, dada la disminución de la calidad biológica y la introducción de especies nuevas. Barbos, madrillas, pez fraile o blenio (Salaria fluviatilis)… se ven reducidos en número y ocupado su nicho por carpa, lucio, sirulo, etc.

La variedad ornítica es amplia. Se da la circunstancia que al Valle del Ebro acuden a pasar el invierno aves de montaña, el trazado del río es una ruta de migración y los sotos ofrecen muchos enclaves donde nidificar, alimentarse y refugiarse. Por todo ello es fácil observar garzas reales (Ardea cinérea) y garzas imperiales (Ardea purpurea), cormoranes (Phalacrocorax carbo), cigüeñas (Ciconia ciconia), varios tipos de ánades, chorlitejo chico (Charadrius dubius) en las orillas de gravas en verano y chorlitejo grande (Charadrius hiaticula), gaviotas, lavandera (Motacilla alba), escuchar al carricerín común (Acrocephalus schoenobaenus), ruiseñor bastardo, jilgueros,  y un largo etcétera.

Aunque no son muy frecuentes también se puede ver algún águila pescadora (Pandiun haliaetus). En algunos taludes arenosos se pueden aprecian agujeros de cría de Martín pescador (Alcedo athis), de abejaruco (Merops apiaster) o de avión zapador (Riparia riparia) y en un paseo por el entorno, escuchar el repiqueteo del pito real (Picus viredis) agujereando algún tronco.

Entre los mamíferos cabe citar a la rata de agua (Arvícola sapidus), el jabalí (Sus scrofa), que gusta de refrescarse en el fango de las orillas del río, el zorro (Vulpes vulpes), la comadreja (Mustela nivalus), la nutria (Lutra lutra) y en los últimos años se ha observado algún ejemplar de castor europeo (Castor fiber) y de corzo (Capreolus capreolus). El mamífero insectívoro más abundante es el murciélago común (Pipistrellus pipistrellus), aunque hay más tipos y son fáciles de ver al atardecer de las épocas menos frías.

El castor es una especie que se introdujo ilegalmente en el año 2003 en Navarra y que se está extendiendo. Su presencia ha generado un debate entre colectivos ambientalistas y autoridades sobre si es una especie invasora o no, puesto que se sabe que el visón europeo vivía en el valle del Ebro hasta la Edad Media. Por el momento la DGA los está capturando y eliminando.
Este mismo debate surge sobre la conveniencia o no de reintroducir el esturión común (Cipenser sturio), también habitante del Ebro hasta que se construyeron los pantanos y tan necesario para la reproducción, junto con el blenio, de la Margaritona

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